Andares de Luthera

Estudi Teatro y Antropologa en la Universidad de Chile. Ha escrito numerosos poemas, ensayos y artculos publicados en antologas (algunas en idiomas: rabe, portugus y alemn), revistas y peridicos nacionales e internacionales. Ha publicado "Gerundios del Olvido" (INBCYBA, Barinas 2009). "Esquejes de canto y piedra "(Monte vila Editores, Caracas 2014), ttulo con el que se public "Palimpsestos de Seduccin y Olvido" libro ganador del 1er. Premio municipal, Estadal y Nacional de Poesa del Certamen Mayor de Las Letras y las Artes (2012- 2013) del Ministerio del Poder Popular para la Cultura de Venezuela (Municipio Obispos 2012 // Estado Barinas 2013// y Caracas 2014). Ha participado en ms de 500 eventos poticos musicales como cantautor y msico profesional.

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LUTERA DEL CORAZN LUTERA DEL CORAZN

Doquiera que lo lleve la rosa de los vientos, el mortal
nunca cesa de horadar en su acorde: silba algo de s,
Efmero? Eterno?
--Partituras del otro fraseadas en el viento--
Solfea lo que ignora, incluso, tararea, lo que apenas comprendepara fundar memorias.

A pesar de las mculas, su vanagloria es ntica.
No es pecado emular las biotas de un arpegio, ni mucho menos,
ser testigo del hormonal coloquio entre gredas y vientos.
Y por qu no? ganarse la gloria, lidiando en la epopeya
de los pjaros que trabajan remozando
la perpetua lutera del corazn.
Inexorablemente, prlogo y eplogo tienen msica:
cada quien ser msico de miedos y corajes,
lutier de opacidades y destellos.
Sabemos que el alma tendr ecos,
si -- ad honorem--azuza el contrapunto
de lo que yace silente en los caminos.
Si, ad libitum, vendimias lo cantable
en coplas de octoslabos andares.

Por fa mayor afina dios
los clavicordios del tiempo en los collados.
Por la natural lo humano canta:
letra y msicas de s, del otro? tuyas?
--pero jams de nadie--
!Oh! filarmnico logos de las almas!
Omnisciencia que expande el diapasn
de todos los espejos y los ecos.

Por la mayor, ampara el canto, afina el albedrio.
Al silencio le arranca pasiones y avatares,
cantatas y decires que la mudez codicia. Tal vez por eso,
se nos vaya la vida buscando los adagios,
la meloda que ahuyente la agona
de vivir asemio y sordomudo...
Lejos, muy lejos y evadiendo
la semitica percusin de las mortajas.