Palabras para vivir

El esquema bajo estructuras de colores rojos, como parte del espectro visible de la energa radiante, y el clmax, como resultado de la alta tensin en la trama del poema, no hacen ms que destacar algunos aspectos literarios enriquecedores. La poesa, no est divorciada de la narrativa, son distintas formas de expresar lo que se siente. El detalle est en las formas que tienen tus poemas, exageradamente ligados a una esttica exclusiva, que siempre es capaz de hacer ilustraciones imaginarias, de una realidad presunta de la que basta imaginar sin definir lo impreciso, el formato que se le quiso dar, el dibujo que no reclame tener la imaginacin acantonada a los conceptos rgidos. Ese arte lo manejas tan bien, que realmente me sorprende. No es que busques la metfora, la ornamentacin bien lograda, sino que consigues que quien te lea, haga una apreciacin de la forma en que te manifiestas a travs de las letras. Ni la pared ni el blanco papel, son necesarios, ni las fuentes de letras para que armes situaciones, de las que slo pueden tener provecho la imaginacin. La observacin metafrica es el mstico espejo de lo que se intenta esconder, salvo detalles orientativos que nos permitan imaginar. Tu verso, poema o narrativa dispersa, es un paisaje imaginario. En esa estrategia se esconde el talento de poder escribir de esa manera. La formalidad, si bien detalla con ms rigor, puede ser buena, pero mejor se lee en los baches, donde es preciso usar la imaginacin, amalgamarse con tus intenciones de expresar, y tratar de entender lo que no es explcito. Esa habilidad no es de principiantes, sino patrimonio de aquellos que, a travs de la expresin, son capaces de alcanzar las pretensiones de lo que ha querido manifestarse. No son las palabras abrumantes, en tu caso, no hay sorpresas. Hay algo que te acompaa en tus estrategias literarias que a muchos nos gustara tener. Dejas escurrir tus ideas en textos admirables, no implica una resignacin al arte, solo el intento de empalmarse con esa calidad que hace de tus letras, producir cierta envidia o tal vez recelo, como resultado que no es preciso imitarte, como tampoco resignarse a considerar que tus expresiones son magistrales y que difcilmente alguien alcance esa capacidad genial y exquisita de leer varias veces el contenido, para aproximarse -nada ms- a entenderte y dejar en libertad las admiraciones sin envidias. Ser espectador de tus poemas, me llevan a repasar estrofas. Tu estilo no es transparente sino traslcido. Me llevan a releer con minuciosidad para descubrir lo que no destaca una primera apreciacin para reparar en los detalles imprecisos, que te llevan a pensar que no se trata de una lectura colectiva. Esa exclusividad te pertenece y la resuelves con la esttica de las incgnitas. En tus letras hay algo parecido a una foto en sepia desteida que obliga a adivinar los bordes de una imagen capturada accidentalmente, sin foco preciso, sin palabras que sobren. Buceas en profundidades literarias y capturas conductas humanas, describes paisajes que no precisan de una postal. Esa estrategia no concatenada es la que me atrapa. Me haces reflexionar demasiado, fuera de mis costumbres, pero no me priva de ningn placer sino que sumas delicias. Un abrazo, querido amigo Dalmiro. Ing. Jorge Santiago Poeta Argentino